La emoción ha sido la protagonista de la última entrega de Supervivientes: Conexión Hondurasdonde Manuel, una de las figuras más destacadas de la edición, no ha dejado espacio para dudas al abrir su corazón ante los espectadores. El concursante se ha enfrentado al temido ‘Puente de las emociones’, dando detalles inéditos de su vida personal y reflexionando sobre los momentos que han moldeado su carácter y sus decisiones. Ha comenzado hablando sobre su infancia, compartiendo que sus padres “me han dado siempre lo que han podido, hemos estado muy unidos. He sido muy querido”.
El trauma de Manuel
En medio de ese recorrido por sus recuerdos más emotivos, Manuel ha confesado cómo la exigencia de sus sueños llevó a una gran frustración: “Tuve el sueño de ser futbolista, pero la vida no me lo permitió. Tengo cuatro operaciones de rodilla, no pude dedicarme como yo hubiera querido”, ha explicado el superviviente. Y ha añadido sobre este momento crucial que “para mí fue muy triste tener que dejar lo que más quería”.
La recapitulación no estaría completa sin abordar el momento que él mismo ha definido como el más doloroso de su vida. Manuel ha recordado cómo su mundo personal se tambaleó tras su participación en La isla de las tentaciones. “Mis padres habían discutido y mi padre se fue de casa. Mi familia se rompió y yo lo pasé muy mal”, ha explicado el concursante, quien además narró su esfuerzo para recomponer los lazos familiares. ”Hablé con mi madre para que se dieran una oportunidad porque sé que se aman. Luché hasta que conseguí que se dieran una oportunidad… Mi éxito en la vida es ver a mi familia junta”, ha relatado conmovido.
La conexión emocional también lo ha llevado a recordar con nostalgia a alguien muy especial en su vida. Profundamente marcado por la pérdida de sus abuelos, en particular de su abuela Gloria, ha descrito cómo ha canalizado su ausencia y los aprendizajes que ella le dejó. “Con mi abuela Gloria tenía una unión muy fuerte”, señaló. “Sé que desde arriba me está protegiendo y ayudando en todo. Pienso mucho en ella”, ha compartido Manuel.
Otro capítulo relevante de su vida fue su reflexión en cuanto al amor y las relaciones personales. Repuesto tras admitir errores del pasado, Manuel se ha mostrado autocrítico al afirmar: “Quizá no he sabido querer bien, la palabra amor se me hace muy grande. Nunca he mirado por la otra persona, siempre me he puesto yo por delante. Desde aquí les pido perdón a todas las chavalas con las que he estado porque nunca he querido hacerles daño”.
El testimonio dio un giro más esperanzador cuando ha hablado sobre su reciente relación con Gabriella. El concursante ha confesado que “es lo más cercano a haberme tocado el corazón”, y ha agregado: “Tengo la ilusión de poder enamorarme. Espero que no me olvide porque yo la echo mucho de menos”.
Finalmente, Manuel también ha aprovechado el espacio para reflexionar sobre cómo ha impactado la fama en su vida, asegurando que fue un cambio que le salvó de un momento crucial: “Me dieron la oportunidad de probar en La isla de las tentaciones. La vida me cambió porque yo estaba parado, no tenía un duro”, ha narrado. Pese al reconocimiento del público, dejó claro que no busca celebridad: “Yo no quiero fama, eso me da igual, soy un tío muy cercano”, ha enfatizado. Para él, su mayor logro ha sido la estabilidad y unión que percibe ahora en su núcleo familiar.