En marzo del 2014, uno de los programas estrella de Telecinco, Supervivientes, volvía a hacer las maletas y enviaba a una isla a diferentes ‘famosos’ a pasarlas canutas y discutirse tanto como pudieran. Supervivientes 2014: perdidos en Honduras, envió a aquel país a diferentes celebrities para que se encontraran a ellos mismos en lugares como ‘Cayo Paloma’ o ‘Isla bonita’. Entre la nómina de concursantes que saltaron de lo alto del helicóptero había rostros más o menos conocidos de la fauna televisiva de Mediaset como Oriana Marzoli, la Pelopony, Antonio Tejado, Bibiana Fernández, la catalana Leo Margets, las ex Gran Hermano Almudena ‘Chiqui’ Martínez o Carolina Sobe o Abraham García.
También había muchos hermanos de o familiares de de diferentes famosos con más pedigrí. Así, teníamos al hermano de Rocío Jurado, Amador Mohedano; el hijo de Kiko Matamoros, Diego; la hermana de Cristiano Ronaldo, Katia Aveiro; o la sobrina de la Pantoja, Anabel. También había una sobrinísima, la sobrina de un político muy famoso, tanto, que incluso fue presidente del Gobierno: José María Aznar. Pues su sobrina, Arán, fue al famoso reality de Telecinco, donde pasó con más pena que gloria, siendo la cuarta expulsada.
Una decisión, la de ir a Supervivientes, que no gustó demasiado a su tío («Son muy conservadores y él fue muy serio, con lo cual no les gustó el tema televisivo»), con quién actualmente no tiene ningún tipo de relación, «ni buena ni mala«. Son palabras en el programa Fiesta, donde ha estado recientemente para mirar atrás y repasar su paso por el programa de supervivencia de la casa. Claro está que para supervivencia, la de verdad, la que ha tenido que sufrir en la vida real, donde las ha pasado chungas y ha tenido que subsistir como ha podido. Después de diez años desaparecida en combate, Aznar, que también fue portada de la revista Interviú, ha reaparecido para confesar que después de su paso televisivo, sufrió muchos problemas. El año 2022, sin ir más lejos, reveló que no tenía ni un duro ni para pagar la luz ni el agua, y que algunas noches vivía con su madre, pero otras, tuvo que «dormir en cajeros… Estoy viva de milagro«.
¿Cómo se encuentra ahora? Afortunadamente le ha dado la vuelta a la situación: “Estoy feliz, en uno de los mejores momentos de mi vida. Tengo todo lo que necesito. La vida es una montaña rusa: nunca se puede estar siempre arriba, pero tampoco se puede estar siempre abajo”. Ha encontrado un trabajo que le ha permitido salir de la miseria en la cual se encontraba e incluso se la vio sonriendo en algún momento: “Llevo veinte meses trabajando como conductora de vehículos VTC, soy abuela. Conducir es algo que… tener un volante en las manos para mí es un mundo entero”.
