‘Supervivientes 2025’. Desde entonces, los finalistas que permanecieron durante más de 100 días en Honduras, están viviendo momentos inolvidables. Entre los más esperados, sus reencuentros con sus familiares. Pero hasta hace unas horas, uno de los reencuentros más especiales todavía no se había dado. Se trata del de Anita Williams con su hijo. (Entra aquí para ver el comunicado de Anita Williams por las barbaridades que ha contado de ella la familia paterna de su hijo).
Cuando terminó la final de ‘Supervivientes 2025’, Anita Williams hizo saber que no sería hasta el lunes siguiente cuando podría ver a su hijo. La razón, que tenía compromisos profesionales que atender. Los dos últimos debates del concurso de supervivencia, su entrevista en ‘De Viernes’, el reconocimiento médico posterior a su estancia en Honduras… Cuestiones que tenía que llevar a cabo en Madrid mientras su pequeño estaba en Barcelona.
Pues bien, el momentazo por fin ha llegado. Anita Williams al fin ha podido ir a casa después de más de tres meses lejos de su hogar. Lo primero que ha hecho al llegar a su destino, ha sido reencontrarse con su hijo. La ex de Montoya ha compartido en Instagram cómo ha sido ese instante con el que tantos días soñó en ‘Supervivientes 2025’.
El reencuentro
Anita Williams ha contado una entrañable anécdota que ha marcado el reencuentro con su hijo. “Se había escondido para que no lo viera”, ha dicho sobre el gesto del niño a la hora de volver a ver a su madre tras más de tres meses separados. Además, aunque por ahora solo ha compartido la foto de su hijo con el peluche que le ha regalado, ha asegurado que “mi mami ha grabado el reencuentro que me habéis pedido muchos”.
Eso sí, Anita Williams también ha compartido que se va a tomar un breve descanso. La que fuera participante de ‘La isla de las tentaciones’ ha asegurado que “voy a desconectar para volver más fuerte que nunca. Os quiero”. Tan solo unas horas antes, durante el debate final de ‘Supervivientes 2025’, la cuarta clasificada del reality aseguró que estaba agotada y que necesitaba una mínima desconexión. Al menos, en lo que se refiere al tema de Montoya.

