Los problemas con la comida son uno de los puntales sobre los que se construye Supervivientes. Ver a los famosos pasar hambre, luchar por conseguir sus propios alimentos en un entorno natural y ganárselo en las diferentes pruebas de recompensa constituyen la esencia del concurso de Telecinco, por lo que no es de extrañar que sus participantes sufran posteriormente ciertos trastornos alimenticios tras meses de penurias en Honduras. Esto es precisamente lo que le está sucediendo a Adara Molinero, como ha querido compartir con sus seguidores en las redes sociales.
«Estoy comiendo muchísimo«, comenzaba poniendo de relieve la segunda finalista, dejando claro que, en su caso, no puede parar de comer desde que regresó a España, y que lo hace incluso con cierta ansiedad porque la cabeza le «está jugando una mala pasada«. (Entra aquí para ver como Alba Carrillo la lía y descubre el tongo de Adara tras hablar con la directiva).
Tanto es así que su obsesión por la comida le está llevando a tener «un importante efecto rebote» hasta el punto de asegurar que «pesa más que nunca«, como responde en una de las stories publicadas en su cuenta de Instagram.
Es normal que, tras varios meses pasando hambre, los participantes vivan este efecto rebote, pero en su caso parece ser algo más severo, ya que considera que sigue comiendo «como un animal»: «Todo el rato siento que me van a quitar la comida, que se me va a acabar en cualquier momento«.
La joven, ganadora de GH VIP 7, es consciente del problema que le está suponiendo todo este trastorno para su cuerpo, pero aún así es incapaz de ponerle remedio: «Quiero e intento frenarme un poco, más que nada por mi estómago, para que no siga sufriendo, pero no puedo«, sostiene con pesar, confiando en que, con el paso de los días, todo este trastorno vaya remitiendo poco a poco. Solo llevan una semana fuera de Supervivientes, por lo que, aunque se encuentre preocupada, es todavía pronto para hablar de un auténtico problema.
Lo cierto es que todo este asunto del peso de Adara ha sido un tema recurrente en el reality show, sobre todo durante las últimas semanas, cuando sus detractores le acusaban de haber llegado a engordar en el programa. Sin embargo, estas críticas quedaron desacreditadas cuando Supervivientes reveló, durante su final, los kilos que esta había perdido en los cuatro meses que ha durado la experiencia: aunque ella creía que unos siete u ocho, lo cierto es que fueron solo tres.
Carlos Sobera, presentador de la gala, quiso dar la cara por ella en este sentido, argumentando que en las últimas recompensas había recibidos numerosos platos con hidratos, lo que sin duda habría afectado a su pérdida de peso. En el polo opuesto, Asraf batía todos los récords al perder 21,6 kilos. (Pulsa aquí para ver como Bosco confiesa los dos compañeros de Supervivientes de los que no quiere saber absolutamente nada por lo que le han hecho).