El fenómeno Montoya está copando todo tipo de titulares e incluso ha cruzado fronteras. Sin embargo, ‘La Isla de las Tentaciones 8’ inició sus grabaciones en septiembre de 2024 y, a pesar de que ya ha transcurrido tiempo desde entonces, el brutal cambio de un participante ha copado las redes sociales.
Se trata de Guille Zamora, tentador en el programa. De 23 años, es originario de Barcelona y trabaja en un hospital de Barcelona como sanitario. «No vengo a agradar a nadie, vengo a mostrarme como soy yo«, afirmaba en su casting, en el que se definía como «chico 10». (Puedes ver aquí también como era Joel de LIDLT antes de masculinizarse el rostro con ácido hialurónico. Antes y después).
Durante el programa ha cosechado gran protagonismo y actualmente tiene una gran presencia en las redes sociales. Solo en Instagram cuenta con 24.300 seguidores y una gran actividad. Ha sido en su perfil donde muchas personas se han quedado atónitas con su progresivo cambio. Muchos usuarios han podido comprobar el progresivo cambio del concursante después del formato. Su mandíbula ha comenzado a mostrarse más marcada e incluso su tipo de rostro ha pasado de una forma de rombo a estrellada, especialmente por su cambio en la zona inferior.
El cambio no ha dejado indiferente a las redes sociales, que se están preguntando qué objetivos tienen los cambios si es que están vinculados con un proceso de cirugía estética, y si realmente se pueden considerar efectivas ante los resultados. Si se observa s u perfil de Instagram, se puede observar un claro cambio en su rostro, que sobre todo evidencia cómo su mandíbula está más marcada. Este aspecto se puede lograr mediante tratamientos de cirugía estética y los resultados son muy marcados.
En el mercado de la cirugía estética nos encontramos resultados similares en los tratamientos denominados de masculinización facial, que emplean ácido hialurónico y bioestimulantes para fomentar la producción de colágeno y activar los fibroblastos. Estos componentes aumentan el volumen en áreas específicas del rostro y buscan un aspecto que la sociedad actual atribuye a una imagen más varonil.
Si el paciente no está de acuerdo con los resultados, no son permanentes y suelen durar entre 9 y 12 meses, algo que permite ajustes o la reversión completa del procedimiento, según el blog de la doctora Gloria Santo Mauro, que explica que el tratamiento está indicado más a personas con barba y tras un estudio de la armonía del rostro. Los precios de la intervención dependen de los centros en los que se vaya a realizar el procedimiento y qué médicos o medios tienen disponibles. En todo caso, un presupuesto desde los 600 euros suele ser la base para este tipo de intervenciones estéticas.
Antes y después
