Han pasado ya unos días desde que Rocío Carrasco regresó a España tras varios meses alejada de los focos. La hija de la más grande ha estado inmersa en la grabación de Hasta el fin del mundo, la versión de Pekín Express con famosos de La 1, rodada en Latinoamérica. Una experiencia que, según cuentan los que la han visto, le sirvió para desconectar de las polémicas… aunque el descanso ha durado poco. (Entra aquí para ver el video de lo que le gritan a Rocío Flores cuando va por la calle (con Antonio David y su hermano delante).
✈️ De vuelta y con frentes abiertos
Nada más pisar suelo español, Rocío se reencontró con un panorama complicado: por un lado, el fallecimiento del padre de su marido, Fidel Albiac; por otro, las nuevas declaraciones de su hermana Gloria Camila y el cara a cara televisivo entre ésta y Ana María Aldón en ¡De viernes!. Un regreso con turbulencias, literalmente.
Mientras tanto, los micrófonos buscaban otra reacción: la de Rocío Flores, que no tardó en pronunciarse al ser sorprendida por la prensa en plena calle.
🚗 La respuesta inesperada
Europa Press captó el momento en que la joven, acompañada de su tía Gloria Camila en el coche, lanzaba una frase que ha encendido de nuevo la polémica:
“Creo que cada una tiene mucho que arreglar en su vida, por eso han tenido esa conversación.”
Una respuesta corta pero contundente, que muchos interpretaron como una nueva pulla hacia su madre. Porque lo que parecía una tregua, duró lo que un suspiro.
🔥 “No me sorprende nada de ella”
Rocío Flores fue más allá al añadir, con tono serio:
“No me sorprende que mi madre esté con todo el mundo que haya hablado mal de mí o de mi familia.”
Con estas palabras, el enfrentamiento entre madre e hija vuelve a estar más vivo que nunca. La dureza del mensaje ha generado revuelo en redes sociales, donde algunos usuarios, como el tuit viral de @Sra_Smith_Z, no han dudado en calificar su actitud de “diabólica” y de “maldad en estado puro”.
💔 De la reconciliación al muro
Lo más llamativo es que hace apenas unas semanas, la misma Rocío Flores sorprendía con un tono mucho más conciliador desde el plató de ¡De viernes!:
“Claro que la quiero, es mi madre.”
Incluso dejaba la puerta abierta a una posible reconciliación:
“Ya no espero nada de nadie. Si ella quiere retomar la relación con sus hijos, yo voy a estar porque es mi madre.”
⚡ Entre el amor y el rencor
Sin embargo, esas palabras parecen hoy muy lejos. Lo que muchos veían como un posible acercamiento se ha transformado de nuevo en distanciamiento y reproches públicos. La tensión entre madre e hija sigue siendo uno de los grandes culebrones familiares del panorama televisivo, y cada declaración, cada gesto o encuentro fortuito, vuelve a encender el debate.
