La vida de María Patiño cambió para siempre hace cinco años. La presentadora se encontraba de vacaciones en Sri Lanka cuando anunció una de las noticias más bonitas de su existencia: había contraído matrimonio, por sorpresa, con su pareja Ricardo Rodríguez Olivares. Esto ocurrió el 15 de agosto de 2019, coincidiendo además con el 48 cumpleaños de la ahora conductora de Ni que fueramos shhh…
Fue ella quien, dejando de lado su estricta discreción en lo que respeta a su vida privada, anunció la feliz noticia a través de sus redes sociales. Sorprendió a propios y extraños, ya que ni siquiera sus compañeros de programa tenían conocimiento de los preparativos de esta boda.
«Si me caso, espero que nadie se entere«, aseguró en cierta ocasión María Patiño. Y lo consiguió. La celebración tuvo lugar en la playa, en soledad y ella vistiendo de blanco gracias a un diseño contrarreloj realizado por su gran amigo Ion Fiz.
Hay que remontarse casi dos décadas para explicar los inicios de esta relación que ya ha demostrado ser muy fructífera y repleta de amor y éxitos. María y Ricardo, al que cariñosamente llaman Richo, se conocieron en Sevilla, al poco tiempo de que esta diera por terminada la relación con el padre de su único hijo. Al poco de iniciar está noviazgo, la ahora presentadora empezó a convertirse en uno de los rostros más conocidos y queridos de la televisión.
Siempre han preferido llevar su relación en la más estricta intimidad y es ella quien decide cuándo y cómo hablar de su matrimonio. «Fue un sueño que siempre tuve en mi cabeza desde que era una niña. Cuando lo estás viviendo, te entra algo de miedo y de vértigo porque pensé que soy muy afortunada», confesó tiempo después de su enlace. De hecho, hace tan solo unas semanas en el nuevo programa de TEN habló de cómo su marido le había dejado sola en casa mientras investigaba sobre Terelu Campos. También ha defendido que es una persona a la que no le gusta discutir y eso le «joroba», aunque reconoce que no ha habido apenas discusiones en estas casi dos décadas de amor.
Son pocas las veces que se saltan sus propias normas de que su relación se mantenga alejada del foco mediático. Sin embargo, el pasado mes de enero compartió una romántica publicación en sus redes sociales. «Tener valor es apostar por lo auténtico. Te quiero«, le escribió junto a una imagen en la que se les puede ver muy felices.
Ricardo, lejos de ser conocido por su relación con María Patiño, se ha convertido en un rostro popular gracias a su papel como actor, modelo publicitario y empresario. Ha probado suerte tanto con la televisión como con el cine y el teatro. De hecho, llegaron a compartir escenas en un cortometraje en el que participaron.
El empresario es propietario de Ditirambo, un bar situado en pleno corazón del madrileño barrio de Chamberí y que sirve comidas desde por la mañana hasta los cócteles más deliciosos a última hora de la noche. Pero no es el único negocio que tiene Ricardo.
El matrimonio comparte un chalé situado en Fuerteventura. Concretamente en Corralejo, una de las mejores zonas de la isla por sus espectaculares playas. Aunque el lugar se ha convertido en su refugio cuando quieren escapar de la rutina de Madrid, durante el resto del año lo ponen en alquiler para poder sacar rentabilidad económica.