La emoción se apoderó del plató de Supervivientes All Stars 2025 cuando Jessica Bueno no pudo contener las lágrimas al hablar de su relación con Luitingo. Un amor que nació ante las cámaras, que hizo soñar a muchos y que terminó dejando una herida que aún no termina de cerrar.
Durante la última gala, Jorge Javier Vázquez quiso saber por qué la modelo se había derrumbado al ver la despedida de Miri y Alejandro Albalá. Y fue entonces cuando Jessica, con la voz entrecortada, abrió su corazón ante todos.
🌊 “Fue una historia preciosa, pero acabó fatal”
“Me ha recordado una historia que viví hace poco, muy bonita, pero que acabó fatal”, confesó Jessica sin poder contener las lágrimas. La exconcursante de Gran Hermano VIP no dudó en confirmar que se refería a Luitingo: “Sí, claro, si no no hubiera estado un año entero con él”.
Con estas palabras, la sevillana reconocía abiertamente que su relación con el cantante fue real y muy intensa, pero también complicada. Una historia que parecía de cuento… hasta que la realidad se impuso.
🌴 “Nos superaron muchas cosas”
Jessica explicó que la ruptura llegó porque estaban en momentos vitales distintos: “Nos superaron muchas cosas de nuestra vida, sobre todo de la mía. Él quería cosas que yo no podía darle”.
Una frase que deja entrever el desgaste emocional que ambos vivieron tras salir del reality, cuando la convivencia sin cámaras puso a prueba su conexión.
Aun así, Jessica se mostró tranquila y madura al reconocer que la decisión fue la correcta: “Cada uno lleva su vida, y separarnos fue lo más maduro que podíamos hacer”.
💫 Desea que él sea feliz
Lejos de reproches, la modelo también quiso dejar claro que le desea lo mejor a su expareja: “Antes de entrar sabía que él ya tenía pareja, y me alegro. Yo ahora pienso en mi propia felicidad”.
Una frase que muchos interpretaron como un punto final definitivo a su historia de amor.
🎥 Un momento que tocó al público
El público y sus compañeros de Supervivientes All Stars no pudieron evitar emocionarse con su sinceridad. Dentro del reality, las emociones se intensifican y cualquier recuerdo cobra más fuerza. Y Jessica, con su naturalidad, logró que todos empatizaran con ese dolor que aún late.
En definitiva, una noche de confesiones, lágrimas y madurez emocional. Jessica Bueno demostró que, aunque el amor se acabe, siempre puede quedar el cariño… y la esperanza de sanar.