El último capítulo de ‘La isla de las tentaciones’ tuvo una gran ausencia: Manuel. Todo el mundo se preguntaba dónde se encontraba el de Cádiz y resulta que es que no aparecía en pantalla por un problema de salud. A Manuel le ocurría lo que a muchos cuando viajan a República Dominicana y claro, se ha ‘cagao’. (Entra aquí para ver El comunicado de Manuel tras la emisión involuntaria de su «gambita» bien cargada en LIDLT).
Anita decía durante la fiesta que había echado mucho de menos a Manuel que no podía estar con el resto de sus compañeros porque «estaba malito». Pero no se dieron más datos sobre lo que le pasaba al tentador y no se sabía cuál era el problema de salud que le había impedido aparecer en el capítulo de ese día.
Era el creador de contenido @yosoyjuanl el que aclaraba un poco el tema y confirmaba que Manuel tenía un problemita gastrointestinal (vamos, que había visitado el baño varias veces) que le había dejado KO y que el equipo vio necesario trasladarle al médico para que le hicieran pruebas y descartar otros posibles problemas. Pero nada grave, Manuel sufría la llamada ‘diarrea del viajero’ que suele ocurrir cuando comes o bebes alimentos de otros países a los que tu cuerpo no está acostumbrado.
Si pensábamos que esta edición de ‘La isla de las tentaciones’ no nos iba a dar momentazos, nos equivocábamos. Y es que Manuel ha vuelto a convertirse en el protagonista indiscutible, esta vez por su intensa conexión con Anita Williams, quien entró al programa junto a su novio, el otro prota: Montoya. (Puedes ver aquí el video con el show de Montoya sigue en la discoteca. Así la ha liado este fin de semana).
Desde el primer momento, la química entre Manuel y Anita fue imposible de ignorar. Miraditas, confidencias y, finalmente, un encuentro íntimo que desató el caos en la isla. Como era de esperar, Montoya no se tomó nada bien ver esas imágenes y su reacción fue digna de telenovela: abandonó su villa sin pensarlo dos veces y se coló en la de las chicas con la intención de encarar la situación.
Lo que vino después fue una explosión en redes sociales. La indignación de Montoya y su intento de confrontación no solo dieron juego en el programa, sino que también se convirtieron en oro puro para los memes. En cuestión de horas, la frase «¡Montoya, por favor!» ya estaba en boca de todos, traspasando fronteras y consolidándose como una de las expresiones más icónicas del reality.