El mundo de la televisión suele dar personajes que saltan a la fama rápidamente, pero no siempre por motivos positivos. Uno de esos nombres vuelve ahora a ser noticia, aunque no por su paso por la pequeña pantalla.
Un antiguo participante de La isla de las tentaciones está en el centro de un proceso judicial que ha despertado un gran interés mediático. Lo que en su día fue un rostro popular de la cuarta edición del reality, hoy aparece relacionado con un caso muy delicado.
Se trata de Suso Olivares, quien deberá responder ante la Audiencia Provincial de Las Palmas el próximo 10 de septiembre. La Fiscalía pide para él 11 años de prisión, acusado de un presunto delito de agresión sexual cometido en 2018 contra una joven de 17 años.

📌 Una fecha que lo cambia todo
El juicio se celebrará en la Sección Primera de la Audiencia, donde se pondrán sobre la mesa las pruebas recopiladas durante la investigación. La expectación es máxima, ya que se trata de un exconcursante que alcanzó notoriedad televisiva.
La petición de la Fiscalía incluye, además de la pena de cárcel, medidas como la prohibición de acercarse a la víctima y una compensación económica.
🌙 Lo que ocurrió en 2018
Los hechos se remontan a la madrugada del 28 de abril de 2018, en el sur de Gran Canaria. La denunciante, de nacionalidad extranjera y entonces menor de edad, había acudido a una discoteca del Centro Comercial Puerto Rico acompañada de amigas.
Allí conoció a Suso Olivares y a otro joven identificado en la causa como M. L. B.. Tras coincidir dentro del local, se fueron moviendo por distintas zonas del establecimiento hasta que, según la acusación, ocurrió el episodio investigado.
🚻 El relato de la acusación
La Fiscalía sostiene que, entre las tres y las cuatro de la madrugada, uno de los acusados aprovechó un momento en el que la joven se dirigía al baño de caballeros para seguirla y agredirla sexualmente.
La denuncia asegura que, pese a las reiteradas peticiones de la víctima para que cesara, los acusados continuaron con la agresión, lo que agrava todavía más la acusación presentada.
📱 Grabaciones y chantaje
El escrito judicial añade que Olivares utilizó su teléfono móvil para grabar a la menor durante la agresión, a pesar de que ella le pidió que se detuviera. La grabación se habría eliminado únicamente a cambio de que la víctima accediera a realizar otra práctica en contra de su voluntad.
Este punto es uno de los que más peso tendrá en el juicio, ya que refuerza la gravedad de los hechos y la petición de una condena de larga duración.
⚖️ Antecedentes en su historial
No es la primera vez que el exconcursante aparece en relación con la justicia. En 2023 ya fue condenado por un delito de maltrato contra la madre de su hijo, la modelo grancanaria Paola López.
Por aquel episodio, se le impuso una pena de 38 días de trabajos en beneficio de la comunidad, además de una orden de alejamiento y la prohibición de portar armas durante 16 meses.
📢 Una defensa complicada
El caso que ahora afronta Suso Olivares es mucho más grave. Su defensa intentará demostrar que no existió la agresión tal y como la relata la Fiscalía, mientras que la acusación particular se apoya en el testimonio de la víctima y en los indicios recogidos en la investigación.
El proceso judicial será clave para determinar su futuro inmediato y, sobre todo, su libertad.
👀 Expectación mediática
Como ocurre en otros casos donde hay nombres conocidos de la televisión, la expectación es grande. La prensa ya sigue de cerca cada paso del procedimiento, y no es de extrañar que la cobertura del juicio sea amplia.
El hecho de que Olivares participara en un programa tan mediático como La isla de las tentaciones hace que el interés por su caso vaya mucho más allá del ámbito judicial.
⏳ Lo que está en juego
El juicio fijado para septiembre podría marcar un antes y un después en la vida de Suso Olivares. Una condena de 11 años de prisión sería un golpe definitivo a su carrera pública y a su futuro personal.
La última palabra la tendrá la justicia, que deberá analizar los testimonios y las pruebas para emitir un fallo. Mientras tanto, el exconcursante permanece en el centro de todas las miradas.