No todo lo que se ve en las redes refleja la realidad. Detrás de las fotos y los vídeos hay meses de incertidumbre y estrés económico. Muchos se enfrentan a contratos temporales y colaboraciones que cambian constantemente, lo que hace imposible contar con un sueldo fijo o capacidad para ahorrar. La presión de depender de estos ingresos hace que un mes puedas ganar bastante y al siguiente casi nada, y eso pasa factura tanto a la cabeza como al cuerpo.
😓 El precio de trabajar sin estabilidad
Este ritmo extremo provoca que los hábitos saludables queden en segundo plano. Dormir, descansar, ir al gimnasio o mantener una alimentación equilibrada se convierten en lujos difíciles de sostener. Los viajes constantes y la necesidad de priorizar el trabajo sobre todo lo demás acaban generando un desgaste mental considerable. La frustración por no tener control sobre los ingresos se combina con la sensación de no poder parar, y los límites se van acumulando sin que nadie lo vea.
🌴 La situación de Bayan Al Masri
Bayan, exconcursante de La isla de las tentaciones, ha contado a sus seguidores que este verano ha sido especialmente duro. “He cogido muchos aviones y me he explotado priorizando el trabajo y todo lo que la vida me ha dado estos meses, pero ya es momento de pensar en mí”, ha explicado. La joven mallorquina reconoce que dedicarse a las redes sociales implica una inestabilidad económica total, y que depende de los contratos y colaboraciones que vaya cerrando: “Un mes puedes ganar X y al otro Y”.
🏠 Poner la vida en orden
A pesar de todo, desaparecer de las redes no es la solución que busca. Su objetivo ahora es centrarse en ella misma, recuperar su rutina y pasar más tiempo en casa, con su gente cercana. La prioridad es reorganizar su vida para poder cuidar tanto su salud física como mental, dejando el trabajo en un segundo plano sin dejar de lado su presencia en redes de manera saludable.
✨ Reflexión sobre la felicidad
Bayan también ha querido dejar un mensaje claro: “El dinero no lo es todo y no da la felicidad. La felicidad la dan pequeños detalles que no valoramos hasta que la vida te hace verlo de otra manera”. Una lección que recuerda que incluso quienes parecen tenerlo todo en el mundo digital también enfrentan problemas reales, y que priorizarse a uno mismo es esencial para cualquier estabilidad, económica o emocional.