La tensa relación entre Maite Galdeano y su hija, Sofía Suescun, ha dado un nuevo giro de guion tras conocerse los últimos movimientos de la navarra. Según la información revelada en el programa TardeAR, Galdeano ha dejado definitivamente su residencia en La Manga (Murcia), donde hasta ahora había encontrado un refugio, para mudarse a Madrid.
La periodista Leticia Requejo explicó en el programa de Telecinco que Maite ya ha vendido su piso en La Manga y ha iniciado el traslado a la capital española: «sabíamos que su intención era venirse de nuevo a Madrid, os puedo confirmar que Maite ya ha firmado la venta de su piso, ha puesto rumbo a Madrid y empieza su mudanza para vivir aquí».
Aunque Galdeano había mostrado su satisfacción con su vida en la playa, parece que esto no fue suficiente para mantenerse lejos de su hija. Ella misma ha admitido en una entrevista reciente: «Intento reponerme, pero tengo unos baches… Veo que se alarga el no hablarme mi hija y estoy muerta en vida».
La venta de su vivienda y el regreso a Madrid se interpretan como un nuevo intento de acercarse a Sofía, pese a los límites que esta está intentando trazar.
En el mismo programa se abordaron posibles motivos que habrían impulsado a Maite a dejar La Manga. Aunque Galdeano no lo ha confirmado explícitamente, la presión emocional de estar lejos de su hija y el rechazo de Sofía podrían haber sido factores decisivos. Cabe recordar que declaró recientemente: «Yo estaba viviendo una pesadilla y solo quedaba pensar en mí», al referirse al momento en que decidió distanciarse de su madre.
Además, Maite ha dejado entrever su malestar al no conseguir reconciliarse con Sofía. En palabras de la navarra: «¿Qué he hecho a mi hija para que me despedace de estas maneras? Intentar abrirle los ojos de las humillaciones de Kiko Jiménez hacia ella». Esta percepción ha alimentado su deseo de estar más cerca, aunque los términos legales impuestos complican este anhelo.
La decisión de Maite de mudarse a Madrid puede tener repercusiones directas en la frágil relación con su hija. Sofía, por su parte, ha sido clara sobre la necesidad de mantener distancia por el bien de su estabilidad emocional: «Quiero mucho a mi madre, pero he preferido priorizar mi salud mental». La posibilidad de que Maite intente instalarse en un terreno cercano a la vivienda de su hija podría reavivar tensiones, especialmente si no respeta las medidas legales.
Además, la orden de alejamiento interpuesta por Sofía y Kiko Jiménez podría dificultar el plan de Maite. Como se señaló en el programa Fiesta: «Han interpuesto una demanda civil y otra penal».