«No he vivido esta situación en mi vida». Con estas palabras, Carlos Sobera ha resumido lo que ha pasado esta última noche en la última gala de Supervivientes. Manuel volvía al plató de Telecinco tras ser eliminado el pasado jueves del reality y se rencontraba con su familia y su novia Gabriella.
Lo que debía ser un regreso feliz ha dado un giro de 180 grados, de lo más tenso e insólito. Se esperaba que hubiera cierta fricción, pero la situación se ha ido completamente de las manos, hasta el punto de que se han producido dos abandonos del todo inesperados en pleno directo.
Tras ser expulsado, Manuel González en traba en el plató de Supervivientes Tierra de Nadie para afrontar su primera entrevista sobre su paso por el concurso. La idea es que relatara la experiencia y explicara los rifirrafes que ha protagonizado con el resto de compañeros. En especial con Anita y Montoya, sus grandes oponentes en Cayo Cochinos después del paso de los tres por la última edición de La isla de las Tentaciones. Nada hacía prever que el guion de la noche daría un vuelco repentino que acabaría con el abandono de dos de los familiares de Manuel que le han defendido desde el inicio de Supervivientes.
Nada más entrar en plató, el concursante se fundía en un abrazo con su novia Gabriella, que se venía abajo al poco de comenzar su cara a cara, con Carlos Sobera muy cerca y escuchando su testimonio con atención y un gesto muy serio. Era entonces cuando Manuel se enteraba de todos los rumores de infidelidad que han rodeado a la joven desde que él se marchó a Honduras y las continuas idas y venidas de sus familiares a diferentes platós para cuestionar el actuar de Gabriella.
«Vamos a empezar el bulo de informaciones falsas que tu hermana se ha dedicado a contar por la cara. Conversaciones de tu padre en plató de que no me quiere para su hijo. Tu hermana cogió y contó en directo un mensaje que te envié, ella se ha dedicado todo el rato a eso. También dijo que la amenacé. Surrealista», comenzaba a relatar Gabriella, con un Manuel desencajado.
Poco ha durado el cruce de acusaciones porque, de un momento a otro, la hermana de Manuel ha tomado la palabra y ha cargado duramente contra Gabriella en pleno directo de Supervivientes. «Me has amenazado en un programa de televisión y yo tengo muchísima educación, déjame hablar, es el momento de mi hermano. Y yo lo siento Manuel, pero no te voy a hacer pasar un mal trago y yo de aquí me tengo que ir», ha señalado rotunda al tiempo que se levantaba y se marchaba del plató de Telecinco. La cara de Manuel ha sido un poema, incapaz de entender la reacción de su familia, a la que se ha sumado la de su padre.
«Esto está en manos de los abogados. No quiero ni mirarte a la cara. Se acabó. Esto es un show», le ha dicho el señor a Gabriella, con el dedo acusador, antes de coger la puerta e irse indignado. A todo esto, Manuel continuaba en su sitio, sin saber muy bien dónde meterse, con su novia enfrente, Carlos Sobera entre los dos, de pie, sin intervenir, atónito con lo que acababa de suceder.
«Se han cargado tu relación y tu concurso y encima se indignan y se van. Sabes que yo voy a terapia, sabes que yo estoy mal. Sabes que están en todos los programas hablando de mí, vacilándome. Es que no lo entiendo», ha sido capaz de decir Gabriella con la voz entrecortada mientras Manuel se llevaba las manos a la cara.
El silencio se adueñaba en el plató de Supervivientes hasta que alguno de los colaboradores ha tratado de aportar algo y se ha llevado la reprimenda del presentador. «Sh, sh, sh. Por favor, no hablo yo, no habla nadie, son ellos dos solos, lo siento», ha zanjado el presentador, dejando claro que ningún comentario externo iba a ser bienvenido. Que con lo que había sobre la mesa era suficiente.
«Yo no he visto nada. Acabo de llegar aquí. Pero qué es eso de la amenaza, eso qué es», trataba de entender Manuel que no salía de su asombro. «Me choca mucho ver a mi hermana y mi padre así, tan molestos, que no la quieren ni ver. No he vivido esta situación en mi vida. Y desde el primer día que me separé de ella, mi confianza la tiene. Hasta que no vea las cosas, yo no voy a tomar una decisión», ha zanjado el supervivientes desde el plató, sin querer entrar más en valorar lal posición de una y otra de las partes.
