Un polígrafo entre Belén Esteban y Kiko Matamoros acabó con sorpresa, y muy desagradable para varios de los colaboradores de Sálvame. La última pregunta de Belén no señalaba a Matamoros, sino a Jorge Javier Vázquez. «¿Crees que ha venido cambiado de sus vacaciones, pero para mal?», cuestionaba la máquina. Ella respondió que sí y Conchita destacó que era verdad. La ex de Jesulín se explicó. «Es que has venido muy acelerado», apreció. El presentador frunció el ceño y, con mucha calma, comenzó una disertación repleta de críticas. (Pulsa aquí para ver a Kiko Matamoros fuera de sí contra Laura Fa).
«No os molestéis, eh», avisó antes de iniciar su discurso. «Es que en algunos momentos el programa parece un tanatorio y, o le echas un extra de energía, o realmente te contagia lo chafados que estáis en algunos momentos», censuró muy serio. Las caras de sus acólitos era un poema. Vázquez siguió: «Yo acabo agotado, de verdad. El jueves me caía de sueño, pero he notado que hay que tirar mucho del carro. Pero mucho, porque hay colaboradores que directamente no hablan». «¡Efectivamente!», se le oyó decir a Belén Esteban. Vázquez no frenó. «Y entonces, o te aceleras e intentas contagiar el ritmo, o te dejas llevar por la corriente. Y yo no quiero dejarme llevar por la corriente. Quiero que este programa continúe y que todos podamos seguir trabajando», dijo.
El silencio se cortaba con un cuchillo en el plató del ‘Deluxe‘. Jorge Javier, lejos de calmar las aguas, siguió agitándolas. «Si esto me cuesta estar acelerado y a unas revoluciones mayores, ya las bajaré. Pero desde luego yo, como profesional, entiendo que hay que meter la quinta todos los días y no se está metiendo. Porque se ha entrado en una especie de… Lo peor que puede pasar es dejarse llevar por la dejadez. Y camarón que se duerme se lo lleva la corriente», advertía. (Pulsa aquí para ver cómo María Patiño tuvo que callar repentinamente tras hablar de un tema prohibido en Sálvame).
Algunos colaboradores se atrevieron entonces a solicitar nombres al comunicador, y no se amilanó. «El otro día Carmen Borrego no habló hasta pasada la hora y media. Y este es un programa que tiene que estar vivo y tienes que estar continuamente a pecho descubierto y mojándote, aunque el tema no vaya contigo», arreó. «¡Madre mía! Nos has dejado…», admitió la ‘princesa del pueblo’ en voz alta. Solo María Patiño se animó a apuntar algo. «Bueno, pues reflexionar», alentó. Fue entonces cuando Jorge Javier quiso zanjar la regañina. «Hay que vivirlo con pasión porque tenemos la oportunidad de encontrarnos con los que hay ahí detrás todos los días», remató.