Rocío Flores vuelve a estar en el ojo del huracán, y esta vez no por su propia familia, sino por un conflicto ajeno que la ha salpicado inesperadamente. Nos estamos refiriendo a la batalla que existe entre Sofía Suescun y su madre, Maite Galdeano. Esta guerra ha propiciado que Rocío Flores se ponga en el foco mediático, ahora que estaba muy tranquila y lejos del mismo. Y es que en redes se ha recordado que es enemiga de Sofía y el conflicto que ella también tiene con su propia madre.
Lo que más ha llamado la atención ante los problemas de los Galdeano-Suescun es el silencio de Rocío Flores. A pesar de las ocasiones en las que esta ha tenido enfrentamientos públicos con Sofía, llegando incluso a decirle “eres una ridícula”, esta vez ha optado por mantenerse al margen.
Este mutismo no ha pasado desapercibido, especialmente en redes sociales, donde los seguidores han comenzado a especular sobre los motivos del mismo. Así debaten si es una estrategia para no alimentar más la polémica o simplemente ha sido un descuido. Sea como sea, lo que está claro es que esta controversia la ha salpicado, para su disgusto. Y es que ha propiciado que se vuelva a hablar de ella por polémicas familiares, en este caso, absolutamente ajenas.
La citada batalla mediática entre Sofía Suescun y Maite ha traído nuevamente a la palestra el complicado pasado de Rocío con su propia madre. Cabe recordar que la ganadora de Supervivientes, en su momento, criticó abiertamente a la hija de Antonio David. Lo hizo por cómo había manejado su relación con su progenitora, asegurando que ella jamás se comportaría así con la suya.
Irónicamente, ahora es la novia de Kiko Jiménez la que se encuentra en una situación similar. Es más, con una disputa que ha escalado hasta llegar a los tribunales. Los detractores de Sofía no han tardado en hacer comparaciones, señalando la contradicción en sus palabras y comportamientos. Estos paralelismos han puesto nuevamente en el disparadero mediático a Rocío Flores, quien se ve envuelta en una polémica que parecía haber dejado atrás.
No obstante, la sombra de su conflictiva relación con su progenitora sigue persiguiéndola, especialmente cuando la situación de Sofía y Maite sirve de espejo para su propio drama. Un pasado conflictivo que le resulta doloroso y que la cuestiona de forma pública.
La situación, por tanto, es compleja para la hija de Antonio David. Por un lado, su silencio la coloca en una posición de aparente neutralidad, evitando caer en el juego mediático de atacar a su enemiga en un momento vulnerable. Aunque, esta misma actitud puede ser interpretada por algunos como una falta de valentía o, peor aún, como una aceptación tácita de las críticas que Sofía le lanzó en el pasado.
Por otro lado, revivir su conflicto familiar reabre viejas heridas y la pone en una situación delicada, donde cualquier declaración podría ser utilizada en su contra. En el complejo mundo de la prensa rosa, mantener el equilibrio entre la discreción y la defensa de la propia imagen es un desafío constante. Y ella está caminando sobre una delgada línea. (Pulsa aquí para ver los mensajes de Rocío Flores llamando «madre» a Olga Moreno para machacar a Rocío Carrasco).