Después de un verano en el que ha acaparado el protagonismo con bastante frecuencia, Maite Galdeano ha vuelto a ser una vez más el centro de atención de todos los medios de comunicación tras sufrir un accidente mientras su nombre sigue en el candelero por la polémica abierta con su hija Sofía Suescun. (Entra aquí para ver el mensaje que ha recibido Maite Galdeano sobre Sofia Suescun que le ha roto el corazón).
La exconcursante de ‘Gran Hermano’ tuvo que ser hospitalizada en el Hospital Santa Lucía de Cartagena el pasado 16 de octubre después de sufrir un desvanecimiento en plena calle de La Manga del Mar Menor en la Región de Murcia Murcia: un suceso que ocurrió en un momento muy delicado y marcado por la tensa relación que mantiene con su hija Sofía, quien, según la propia Maite, la había echado de su casa.
El periodista Pedro Jota Fernández ha explicado que Maite llegó muy nerviosa al hospital, pidiendo que la atendieran en una sala aparte porque “es muy famosa» y que después fue remitida a la unidad de psiquiatría ante su estado de ansiedad y nerviosismo. Durante el tiempo que pasó en el hospital Galdeano estuvo alejada de las redes sociales pero ha sido poner un pie en la puerte y una vez recuperada ha reaparecido para compartir su experiencia y enviar un mensaje cargado de resentimiento hacia su hija.
Tras pasar varios días ingresada Maite utilizó sus redes sociales para enseñar la cicatriz que se hizo en el muslo al intentar saltar la valla de la casa que compartía con Sofía y su pareja, Kiko Jiménez, cuando fue expulsada: “Mi hija Sofía me ha echado de casa. Todo inducida por el ser que tiene al lado. Habían cambiado todos los bombines de la casa. Salté la valla y me hice esta raja llena de sangre”, contó Maite en sus historias donde también mostró una imagen de su herida.
La influencer también ha añadido una reflexión sobre su situación: «Ojalá nunca habernos movido de Pamplona, éramos mucho más felices y no habría pasado la tragedia».
El abandono de Sofía
Pero el gesto que más feo le ha parecido a Maite y que le ha hecho compartir otra dolorosa historia con la imagen de un perro a acostado frente a una cama de hospital insinuando que su familia la había abandonado y es que según lo que Maite ha dejado entrever en sus redes sociales, Sofía no se molestó en visitarla tras su desmayo.
Tras salir del hospital, Maite ha enseñado qué es lo que hizo Sofía Suescun: no ir a visitarla y seguir haciendo su vida normal, una afrenta que se suma como una nueva cicatriz a la tirante situación con su hija.
Mientras Maite compartía mensajes desde el hospital, Sofía continuaba con su vida como si nada hubiera pasado. De hecho, en sus publicaciones en redes, la joven dejó claro que tenía otros planes en mente: “en breve nos vamos a Maldivas y quiero ir morenita”, escribió Sofía en Instagram
A pesar de la tormentosa situación familiar, Galdeano ha intentado mantener una actitud optimista. En una de sus historias publicó una foto de una pequeña casa, acompañada del mensaje: «La vida da sorpresas y los momentos malos son porque algo bueno viene», lo que ha generado especulaciones sobre posibles proyectos futuros.